Estamos viviendo tiempos extraños y también muy, pero muy pendejos. Era irremediable, se veía venir y la civilización solo se sentó a esperar.
Puedes seguir el proceso de encabronamiento o dejarlo hasta aquí y escuchar esta canción:
Continuamos para los que siguen por aquí...
Estaba de moda simular ser lo que se no se es, y eso evoluciono a la moda de simular creer en lo que no se cree. Al final se trata de simular para poder transitar por los obscuros caminos de la "superioridad y autoridad moral" que nos permiten señalar en otros los mismos comportamientos que tu y yo tendríamos si no estuviéramos tan ocupados simulando.
Hay reglas de convivencia que vale la pena preservar, aunque a una gran mayoría guste creer que "somos modernos, nos vale todo, relajate y que sea lo que tiene que ser".
No todo cambio es para bien y no tengo nada que demostrarle a nadie.
Lo que es un hecho infranqueable es que la responsabilidad no debe y no debería pasar de moda, y que la gente integra y honorable nunca debe negar el pasado, aunque eso signifique reconocer que estuvimos equivocados o que nuestras ideas ya no funciona hoy, y más que tratar de subirnos en la ola de "estos son mis principios, pero si no te gustan tengo otros" quizá lo honorable sea hacerse a un lado y dejar que otros tomen la batuta y traten de llevar a la civilización a una mejor realidad.
Al final creo que los más pendejos son los que están interesados en hacer cosas que importen y hagan diferencia, pero no por el bien común sino para que se les reconozca y les genere cierta fama, y con esa fama creer que sus opiniones "son más importantes" y "valen más" que las de cualquiera.