viernes, 27 de mayo de 2022

Historias de nunca salir.

Año 2022 y la decadencia se multiplica exponencialmente todos los días. Nunca vamos a dejar de sorprendernos y lo que es peor. Nunca vamos a dejar de lamentarnos. 

Tardamos 3 días en hacernos a la idea de lo que pasó, para asimilarlo, aceptarlo, normalizarlo y nos hacemos pendejos para poder entender, como si eso remediara las cosas. Si no logramos inventar la maquina para regresar en el tiempo para evitar algunos terribles sucesos provocados por otros seres humanos quizá sea hora de empezar a considerar la pena capital como el punto número 1 de la agenda. No se arregla nada, y la civilización organizada se convierte en verdugo al igual que el condenado a la pena de muerte pero cuando menos tendremos la impresión de que "se hace algo".

Agotamos los temas hablando... nos cansamos la lengua y las ideas de repetir nuestras brillantes consideraciones, y de mandar nuestros pensamientos y oraciones para aquellos que sufren. No sirve de nada, pero nos sentimos mejor y luce mucho en redes sociales eso de solidarizarse para jalar el spot solo un poco hacia nosotros.

No tenemos remedio, somos monstruos con buenas intenciones prefabricadas cuando buscamos culpar a quien sea, solo para sentirnos mejor y simular, porque sabemos que no sirve de nada y sabemos que lo que pasa siempre ha tenido solución, pero posar es siempre más importante que las acciones preventivas y nadie quiere asumir los costos morales y hasta políticos.

Hay más de dos mundos dentro de esta realidad que compartimos con otras personas. Todos buscamos tener la razón, todos buscamos reconocimiento, todos queremos el bien común siempre y cuando yo sea quien lo consiga y todos me lo reconozcan y aplaudan.

Al final de eso se trata todo... de mi.

Punto final y seguido...

No voy a dejar de usar el cubre boca. Antes de la pandemia me enfermaba de la garganta al menos 4 veces al año y siempre traía algún tipo de gripa. Tras 24 meses de usar el cubre bocas siempre no me he enfermado. El cubre boca funciona. Todo se trata de mi.