Di en el clavo, lo logré, descubrí como sí se puede, ahora solo me falta tiempo... claro, siempre tengo que encontrar algo de que quejarme y justificar mi excesiva calma cuando se trata de crear y grabar.
Sigo muy inspirado por el regreso de Tom Green.
En Culiacán tenemos 6 meses viviendo lo que los culichis y algunos medios de información han llamado "narco pandemia" en alusión obvia a la pandemia por covid que nos obligo a quedarnos en casa y salir lo menos posible... en esta ocasión el temor no es a un virus, sino a las balas.
En twitter no es raro leer "choteos" de gentes de otros lugares de la república decir con total desenfado que a la gente que ha sido victima de algún hecho violento "es por algo", refiriéndose a que seguramente es una persona deshonesta y por eso le pasó lo que le pasó. Esta es la sociedad en la que vivimos en pleno 2025, en lugar de unirnos estamos más divididos que nunca y aunque muchos asocian el fenómeno a la polarización política la verdad es que lo que nos divide es que todos queremos tener la razón sobre todos los temas aunque no tengamos idea. Ya no es vanidad ni egocentrismo es una profunda estupidez, síntoma del mundo en que vivimos hoy y del que todos somos responsables.
Muchas de las canciones que tengo para el próximo disco de Ultrasónico hablan del Fin del Mundo como el suceso de "reseteo" que es urgente que suceda. En mi visión, todos seremos capaces de enfrentar nuestros errores justo en el momento en que el final sea inminente.
Nada debe ser peor que vivir por toda la eternidad teniendo en la mente todo lo mal que hicimos. No, no estoy hablando del infierno, sino de algo peor.
En las canciones del nuevo disco también hablo del "sonido" como un metáfora o analogía de la "música", es más fácil rimar "sonido" que "música" en un verso o un coro... pero este es tema de otro post.
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