No hay que ser un genio para entender que este mundo globalizado, justo y moderno en que estamos sobreviviendo es imposible engañar a la gente y es imposible engañarnos a nosotros mismos... podremos hacernos pendejos y convencernos de algo a conveniencia para poder distraer la conciencia, pero engañarnos nunca. La gente sabe cuando algo que haces es falso y tu lo sabes también.
Lo falso no necesita entenderse ni describirse, se vive, se sufre y se goza, aunque sea falso.
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