viernes, 3 de junio de 2022

Editorial del Fin del Mundo no es Hoy: Comer bien Vs el cambio de horario.

Ya no se sabe si las campañas del gobierno de México son meros distractores o si en verdad están interesados en cambiar "algo" en la forma en que vivimos muchos mexicanos.

Desde hace varias semanas he estado escuchando en la radio spots del gobierno con una campaña que critica la comida chatarra colgándole la responsabilidad de forma medio discreta a los fabricantes de sopas instantáneas, frituras, pastelillos y demás "alimentos" de alto contenido calórico y bajo contenido nutricional. El problema es mucho más complejo de lo que dejan ver en el spot, donde atribuyen el alto consumo de dichos productos a un tema de mercadotecnia más que a un tema poder adquisitivo. Es más barato, fácil y rápido comprar una "maruchan" que comprar un pedazo de carne y algunas verduras para preparar la comida que implica también gastar gas  y requiriendo de tiempo en casa del que ya casi nadie tiene. 

El dinero cada vez alcanza para menos, eso no es noticia y el actual gobierno no ha hecho nada para cambiarlo, y ni aunque quisiera. Subir el salario mínimo no solucionó absolutamente nada y se uso única y exclusivamente como propaganda y aun sin inflación  actual los mexicanos hubieran notado un cambio en su nivel de vida y mucho menos en su bienestar gracias a ese "aumento".

Las opciones de comida barata se han popularizado por lo fácil, barato y rápido que se compran y consumen. Para que un producto llegue a los anaqueles de venta pasan por varios procesos y regulaciones que involucran a autoridades del estado mexicano dando el visto bueno para su venta. No importa que algunos productos sean menos nutritivos que un pedazo de cartón, "alguien" autorizó que pudieran venderse.

El ritmo de vida se ha venido acelerando en las últimas décadas por múltiples factores pero voy a mencionar "la productividad" como un termino de moda que le sirve a muchos patrones para exigir mayor rendimiento pero no para pagar mejores sueldos, una extraña dualidad que casualmente solo defienden los que están muy agusto en su nivel superior de la pirámide socio económica donde se pueden dar el lujo de dedicar tiempo a pensar en todas esas teorías para justificar la explotación laboral, siempre por "el crecimiento profesional" del trabajador.

Por otro lado están los trabajadores que creen que si trabajan duro podrán aspirar a un puesto con mejor ingreso para mejorar su nivel de vida y también están los empleados que con solo caerle bien al jefe logran algo como eso. Si pasa y no solo en el sector público.

El cambio de horario se instrumento en 1996 y hoy lo quieren eliminar porque según "un estudio" provoca infartos. Es un tema muy importante que merece toda la atención del primer mandatario... aunque nadie le pregunto.

Sin lugar a dudas hay una fuerte competencia entre comer bien y el horario de verano, porque para acabar con el horario de verano basta un plumazo de ganso y para que todos los mexicanos podamos comer bien faltan un chingo de cosas y ninguna se consigue con demagogia.

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