sábado, 10 de agosto de 2013

El incendio.


Hoy hace una semana que se incendio una sección de la casa de mi Señora Madre... Ninguno de los integrantes de mi familia resulto lastimado, lo que es en buena medida la razón de que me permita escribir esto ahora y aquí.

Aunque los daños graves solo se presentaron en una habitación -donde inicio el incendio- y en el baño contiguo, el calor y el humo provocaron daños en todo el techo de la segunda planta de la casa, donde están ubicados todas las habitaciones.

En la historia de mi familia solo ha habido un hogar, mis hermanos y yo nacimos y crecimos en esa casa, por lo que ya no se trata solamente de un terreno con paredes y techo, es en toda la extensión de la palabra "nuestro hogar" y este accidente nos lastima en lo más profundo.

Me partió el alma que al entrar a la habitación al día siguiente del incendio, mi Mamá se encogió de hombros y miro alrededor en silencio. 

Es uno de esos momentos que hacen marca profunda en la memoria.

Las fotos eran un tema sensible cuando empezamos a limpiar la habitación incendiada, no esperábamos que hubiera quedado nada, pero afortunadamente las rescatamos casi todas, lo que de alguna forma nos emociono y nos dio fuerzas esa mañana.

Mi familia inicio en la década de los 70´s por lo que hay cuando menos 20 años de fotos... antes no había otra forma de conservar registro gráfico de los eventos importantes y las vivencias de las personas.

Otro tema sensible para mi Mamá eran sus adornos de navidad, que desafortunadamente fueron consumidos totalmente por el fuego.

También se quemó toda la ropa y zapatos... una cantidad importante de libros, cobijas y sabanas y un par de camas.

Aunque todo lo material es reemplazable siempre hay "objetos" que independientemente de lo que sean o lo que cuesten tienen un valor sentimental... es el caso de muchos de los objetos que el fuego destruyo  y que eran de mi Mamá.

Hoy a una semana del suceso creo que he cambiado, siento que me he endurecido un poco más aunque sigo sin poder hacer mucho cuando las ganas de llorar llegan acompañando a los recuerdos, a la nostalgia y el pensar en la tristeza de mi Mamá por lo que le paso a su casa.

Las muestras de solidaridad de familiares cercanos, una tía de cariño que vive frente a casa de mi Mamá y muchos amigos nos han abrumado a todos en mi familia. Es muy bonito sentir ese apoyo, no hay palabras que me sirvan para expresar el agradecimiento que siento para con todos ellos.

Este es uno de esos aconteciemientos que cambian la vida de la noche a la mañana...




Solo eso. 

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