El músico mexicano Jay de la Cueva apareció en la revista GQ Style México para promocionar lo que será su primer disco como solista y aprovecho una de las técnicas más viejas del negocio para generar ruido: Hacer una declaración polémica para atraer la atención.
En otros tiempos no hubiera sido necesario meter al regeton a la ecuación, pero ante la actual irrelevancia del rock nacional tenía que ser así para agregarle ese condimento que al final logra que todo mundo hable y opine de lo que dijo.
La entrevista completa está AQUI y lo correcto es leerla para entender el contexto de la declaración pero igual puedes opinar así nomás sin tener idea, da igual, en redes sociales todos somos expertos en todo y se trata de opinar a lo pendejo siempre.
El músico no dice nada que no sepamos y que otros personajes del rock no digan o hayan dicho repetidas ocasiones en diferentes momentos y en diferentes medios, sin lograr el impacto que se logró con esta revista y que se debe sin lugar a dudas a su aparato de promoción, porque para tocar "fibras sensibles" del rockero mexicano no requiere de mayor esfuerzo.
Las colaboraciones o "featurings" no es algo que haya inventado el regeton ni fueron los primeros en hacer uso de dicha práctica para hacer música, sumar fans de dos o más artistas y crear expectación para algún lanzamiento. Tampoco fueron los primeros en convertir en un éxito una canción "regular o mala" donde la principal atracción era la suma de talentos y no la canción en si. Esto ya es más mercadotecnia que trabajo de estudio o un genuino interés por crear una pieza artística musical para venderla o para cambiar el mundo... lo que sea, todo se vale y está bien.
Del lado del Rock la cosa es tal cual lo describe Jay de la Cueva... la unión y entendimiento se da entre unos cuantos que se conocen, son amigos y han tenido la oportunidad de vivir cierto éxito juntos y hasta lograr una carrera en la industria del "showbiz" y a otros les ha tocado por algunos momentos, pero la división, la envidia y el hablar mal de los proyectos de los colegas es lo de todos los días desde siempre, empezando porque en muchos casos el músico de rock vive un constante resentimiento por no haber logrado el éxito que según ellos merecían. Hay músicos que lograron cierta fama y reconocimiento y aun así están resentidos, supongo que porque están convencidos de que "merecían más"... al parecer es parte del ADN. Y también están las envidias y el coraje cuando a otros colegas les suceden cosas buenas, irremediablemente pensamos que nosotros lo merecemos más y que si les llegó una oportunidad es por "palancas" o "padrinos". Así somos y ni hablar.
En Facebook la declaración se convirtió en uno de esos temas del que todos opinan como expertos, siempre, con criticas al músico y sus proyectos, y otros aprovecharon para tirar indirectas a los "colegas" y hacer memes. De la declaración no hablaron mucho, solo fue el detonador para iniciar la tormenta de mierda e irrelevancia verbal.
En mi opinión experta, siempre necesaria y un poco ardida la declaración es 100% verdad, basta mencionar que las únicas dos veces que he leído opiniones de gentes que no conozco sobre el Culichi Rock Army movimiento que organizamos para crear una escena para las bandas de Rock en Culiacán ha sido para criticar y cuestionar su existencia y principios, y está bien, si les provoca opinar es porque logramos cierto impacto, no es a fuerza que hablen bien, al final las opiniones se toman de quien vienen, pero no deja de llamar la atención que opinar para restar resulte tan automático, atractivo y seductor, pero cuando se trata de sumar todos nos chingamos la rodilla.
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