Gracias al enojo social generalizado para las condiciones adversas de nuestra realidad, hoy no podemos escuchar la palabra "político" sin tener ideas desagradables. El descontento no nos permite considerar ni a un nivel "muy mínimo" que hay personas profesionales, honestas y congruentes que trabajan en el gobierno. Tristemente no son pocos lo mexicanos que piensan que el actual gobierno federal se está robando todo.
Nos gusta pensar que nuestros dicho son "peligrosos" en redes sociales... no somos más ingenuos y estúpidos porque todo en esta vida tiene un límite.
No es raro que me insulten en twitter por cuestionar a AMLO y a sus allegados... sería patético si me ofendiera o molestara por los dichos de personas que no conozco y que me insultan por un tuit. Sería una falta a mis principios el cuestionar la libertad de expresión aun cuando en ese derecho sea mal utilizado por gentes que ante la falta de argumentos para debatir se van directo a los insultos... "insultos que no insultan" y que solo exhiben a personas de una muy limitada capacidad mental, un pobre séntido común y nulo capacidad análisis.
No hay nada más penoso que un usuario de redes sociales que dedica el 5% de sus tuits para insultar y el 95% restante para darle RT a "personajes combativos" afines a las ideas que consideran verdades absolutas porque están "contra el gobierno".
La propaganda no es información. Ojalá se entienda pronto,
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