lunes, 13 de octubre de 2014

Editorial: Soy bien mamón.

Para mi ya es algo normal que personas que no me conocen piensen que soy bien mamón, para mi es más fácil dar esa impresión que a veces me resulta útil y a veces no.

Varios de mis mejores amigos me han confesado que cuando no me conocían les caía mal. La sorpresa ha sido mayor cuando yo les confesé exactamente lo mismo.

Aunque considero un error "juzgar a un libro por su portada" creo que la química y energía de algunas personas no son compatibles, para bien o para mal.

Por fortuna, el destino o el guión que los dioses del estadio han escrito para mi vida me otorgo la posibilidad de conocer "mejor" a personas que de entrada me cayeron mal y ahora son mis mejores amigos en la vida. Por algo pasan las cosas.

Creo en la justicia, el respeto, la decencia, el sentido común y el balance como claves para la vida, considerando que una persona justa no es la que vive siempre con justicia, sino aquella personas que teniendo la oportunidad de hacer "algo mal" (para beneficio personal) no lo hace.

En situaciones normales no hago ruido en lugares públicos, no haga NADA para incomodar a otros y evito las conversaciones inútiles... ese disfrute de los silencios incómodos que la gente normal rompe hablando del clima.

Soy bien mamón, lo sé, lo acepto y recibo las consecuencias.

Por eso creo en el balance como clave de la vida, porque aun teniendo una actitud chocante y pretenciosa ante la vida he tenido la fortuna de recibir cosas buenas, y de esas situaciones he recibo las más grandes lecciones de mi vida.

Soy bien mamón, mis amigos lo saben mejor que nadie.

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