Con el personaje ya diseñado e interactuando en redes sociales ya todo es más fácil, simplemente se le indica como opinar y entran en acción, así fue durante toda la campaña. Algunos fueron evolucionando y mostraron cierto nivel de autonomía y otros -curiosamente- hoy han bajado la cantidad y nivel de interacciones... como si estuvieran "desmotivados" porque no les dieron puesto en el gobierno.
En campaña los múltiples voceros de la 4T pregonaban que su labor era desinteresada y que no aspiraban a cargo alguno, pero a partir del 1 de diciembre muchos de ellos empezaron a anunciar sus nuevos cargos y otros pocos -al parecer- se tuvieron que mantener firmes a su ideal de apoyar a AMLO sin esperar nada a cambio... no les quedó de otra.
El personaje se acostumbro a la adulación, a las invitaciones a programas de comete político, le gustó el spot y se acostumbro convencido de sus méritos... fue evidente, sigue siendo innegable y es hasta cierto punto natural. En un ejemplo perfecto de "subirse a un ladrillo y marearse con la altura" el personaje cree que tiene fans, algo relativamente sencillo si el 100% de sus tuits son pro AMLO, pasada la campaña les cayó de golpe la realidad.
Siempre tendré la duda de si esa red de "tuiteros revolucionarios" surgió de forma espontánea y se fueron organizado o si son un plan bien planeado y ejecutado por iniciativa de alguien... de ser así, ahí tenemos una historia digna de una buena película.
Hoy ultimo día de enero de 2019, el personaje esta desanimado, su actividad se redujo a un par de tuits defendiendo y justificando cualquier cosa que haya dicho el presidente en su conferencia mañanera diaria. Solo para no dejar y seguir levantando la mano por si alguien se lo ve y se acuerda de el.
Finalmente me quedo con una duda... ¿el personaje se habrá creído la propaganda que ayudo a difundir?
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