Nunca seremos lo que fuimos...

El tiempo nos solo es implacable... tampoco podemos detenerlo, y disfrutarlo o sufrirlo ya es cosa de cosa quién, de sus creencias y circunstancias.

El contexto no es otra cosa que la escenografía de una situación, al igual que con el tiempo habrá quien lo entienda y uso de una forma y habrá quien lo use y entienda de otra.

Polarizado está no solo el país y el mundo, también la vida diaria y las interacciones personales. Ahora hasta para hablar con uno mismo hay que usar pinzas... al parecer.

Hace muchos años escribí una letra que luego se convirtió en una canción de nombre "Sacrificame" y que a la fecha solo existe en versión DEMO, grabado en el ya lejano año 2001.

Una de mis frases favoritas de esa canción es la de "nunca seremos lo que fuimos, mientras este agudo ruido nos recuerde lo que somos hoy" que funciona de diferentes formas dependiendo del contexto que se le de. 

Mi interpretación favorita es que aunque yo siga siendo el mismo no puedo existir de forma aislada ni mantener mis emociones "puras", la vida cambia, la realidad se ajusta, las reacciones tienen vida propia, nunca terminamos de conocernos y como personas nos vamos desgastando al igual que las forma en que nos relacionamos con los demás. El amor, el afecto, los sentimientos y sentimientos similares son para siempre, pero no siempre nos acordamos ni les damos la importancia que tienen. Por lo regular nos acordamos cuando enfrentamos una perdida y no hay mucho que hacer.

Finalmente la actividad con más alto riesgo de muerte es vivir...