Si no fueramos tan tarados...

Si no fuéramos así como somos no seria necesario que hubiera autoridades, ni leyes, ni sentencias, ni cárceles ni nada de eso que dicho sin adornos, es feo.

Al mundo le falta mucha empatía y un poco de hacerse pendejo.

A alguien como yo le molestan muchas cosas, una de mis estrategias más exitosas para evitar estrujar mi hígado es evitar lugares concurridos como estadios, centros comerciales, eventos masivos y hasta conciertos.

Si voy a conciertos... pero me pongo lejos del escenario, justo donde deja de haber gente, al final del día voy a escuchar a la banda tocar en vivo y no a verle las caras a los músicos, que dicho sea de paso en su gran mayoría son muy poco afortunados en cuanto a cara se refiere.

 

Si no viviéramos con tanta prisa quizá tuviéramos la oportunidad de ver y entender lo que es  importante y lo que no.