miércoles, 1 de enero de 2020

Primer día de la nueva década.

No se trata de entender la vida y el mundo como un juego con reglas claras, tampoco de descubrir el hilo negro en la tienda de hilos negros. Es otra cosa.

Así como no valoramos el aire porque hay mucho y es gratis, tampoco valoramos el tiempo porque creemos que esto nunca se va a terminar.

Se vale conformarse y dejar de buscar, lo que no se vale es estorbar a quien sigue buscando. El horizonte no se cansa de que lo veamos... es al revés.

Nos gusta pensar que cumplir ciclos es igual a "logros personales"... hasta ahora, el único éxito es sobrevivir hasta aquí. Nada es como lo habíamos esperado, no podemos predecir el futuro y aunque pudiéramos nunca íbamos a estar satisfechos, siempre encontraremos nuevas formas para quejarnos.

Los propósitos para el nuevo ciclo, para un nuevo mundo y para un nuevo orden son ideas muy trilladas, paseadas y repasadas cuando se comparten con un discurso vacío. Todo ya se ha visto y todo puede que  ya lo hayas escuchado todo... pero no de mi.

El origen  es.


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