Hace tiempo que intento escribir un artículo de como los grupos que de ser estandartes de la música independiente pasan a ser los más odiados por ciertos segmentos de la prensa musical y el público por el simple hecho de lograr lo que cualquier proyecto musical busca: el éxito.
Escribir para molestar y generar comentarios de odio de personas que al sentirse aludidas se enojan es un truco ya muy gastado... pero sigue funcionando. Es más, a veces es de la única forma que se genera una reacción.
En el citado artículo Ben Westhoff recopila opiniones de otros criticas para "hacer pedazos" a 20 grupos y artistas que casualmente tienen los reflectores encima en estos momentos... critican su música, critican a los que gustan de su música y critican hasta "el look" de los músicos.
Me gusta la música de varios de los grupos que aparecen en ese "top 20 de las peores bandas hispster", y no solo eso... algunos de esos grupos me parecen sobresalientes y estoy seguro que con el paso de los años construirán una carrera notable trascendiendo épocas y modas, como esta de los hipsters.
No me molesta que alguien le parezca mala la propuesta de grupos que a mi me gustan. Incluso estoy de acuerdo en algunas de las criticas, solamente difiero en que esas debilidad y defectos tiren abajo toda una propuesta y me llama mucho la atención como "la rigurosa ciritica" no los volteaba a ver cuando empezaban discretamente a llamar la atención... entendible pero raro.
Pase un momento agradable leyendo el artículo, tanto que lo leí varias veces.
Es increíble leer los comentarios que lograron generar, esta claro que no estamos diseñados para ser ciriticados ni indirectamente, que nos sentimos frágiles cuando alguien cuestiona nuestro gusto musical y que no sabemos elegir nuestras batallas... discutir o buscar imponer criterios sobre algo tan subjetivo como el gusto musical es ocioso.
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