13 de marzo de 2019 - El personaje que escribe.

Somos muy afortunados y no nos damos cuenta. Gracias a la 4T hoy tenemos en todos los medios de comunicación en radio y tv la oportunidad de leer y escuchar a opinólogos abierta y descaradamente simpatizantes de la 4T que lejos de tener una compromiso con algo, solo buscan popularidad... seguramente para conseguir un hueso, si no hoy, quizá mañana o después, y para elevar sus posibilidades recurren a difundir la más burda propaganda, claro disfrazada de argumentos contra el neoliberalismo.

En esta liga tenemos un un artículo de Hernán Gómez para el Universal en respuesta a la columna "Yo Pueblo" de Denise Dresser.

No es raro que las plumas de la 4T se tomen "la libertad" de primero tener un "argumento" y después cuadrar el debate a ese argumento... y eso para no perder la costumbre es lo que hace Hernán Gómez en su columna que no es más que un desarrollo de ideas ya conocidas, ya muy paseadas y extrapoladas a como a el le convienen.

Los opinólogos de la 4T son más pose que fondo... y ni siquiera llegan a agarrar forma. Se aprovechan que la gran mayoría de los fans del nuevo gobierno son aplaudidores automáticos y no necesitan razones... solo requieren un mínimo estimulo para aplaudir o -en contra parte- linchar a quien ose criticar al gobierno. Es un fenómeno que extrañamente no les ha llamado la atención tocar en sus columnas... quien sabe porque.

Es una vergüenza que estos nuevos personajes de la opinocrácia mexicana estén más preocupados por aparecer en programas de radio y televisión, que hoy "extrañamente" les abren las puertas con bombo y platillo que en tener un compromiso real con la verdad y aportar "algo", lo que sea a cambiar la forma en que se compran conciencias a través de los medios... al parecer es algo que al final siempre no les molesta... les molestaba cuando ese poder estaba solo en manos de "otros".

De salida... "la reelencción ya es tema" si no lo fuera el presidente ni sus porristas tendrían que salir a decir que "no es cierto", y bueno, no sería la primera -ni la última- ocasión que primero dicen que no y luego resulta que siempre si.

Lo más preocupante no es que sea algo que el titular del ejecutivo federal este considerando, de hecho ya debe tener mucho tiempo pajareando la idea... lo verdaderamente preocupante es que hay que gente a la que le parece bien. De ese tamaño la polarización, de ese tamaño la ingenuidad de un país que cree que nada puede ser peor que el gobierno de Peña.