Abucheos celestiales.

Cualquier día es cualquier día en este país, y todo puede pasar.

En nuestro país abunda la gente que le gusta medir situaciones similares con 2 o más varas, porque conviene, porque así es más fácil o simplemente porque son pendejos. Es inevitable y es el tiempo que nos tocó vivir.

No hay que ser muy hábil mentalmente ni tener toda la información para unir los puntos y finalmente no hace falta. La gente acude a un estadio a ver un evento deportivo y a pasar un buen rato. Hay gente a la que le gusta eso... supongo que cuando menos en eso podemos estar fácilmente de acuerdo.

Los evento protocolarios son aburridos y por eso a nadie le gustan y nadie quiere "comportarse con recato" cuando se está en un momento de esparcimiento... y vamos, a todos nos gusta hacernos los chistosos en público. Cuando la gente se va a divertir lo menos que quiere es ver y escuchar a un político invadir esos espacios de esparcimiento... por eso se genero el abucheo, independientemente de si quienes se sumaron al "BUUUU" estén en contra del presidente y sus acciones, o no tengan idea. No hay nada más sencillo que organizar y convencer a un grupo d personas para molestar a otras y cunado estamos "en bola" la organización se da de forma espontánea.

El presidente aprovecha su puesto para disfrutar de su gusto por el béisbol y no solo de forma simbólica... ya creo un organismo para el fomento de este deporte y ya le asignó presupuesto. Casualmente un monto similar al que le quito a las guarderías de la extinta sedesol, que seguramente solo es eso, una coincidencia. La critica sobre este tema ha sido por encimita, cuando es por todos sabido que estos programas son son fácilmente usados para desviar los dineros públicos.

La gran mayoría de gentes con interés genuino en la 4T y muchos de sus seguidores lo tienen muy claro: Según ellos TODOS los mexicanos deben ADORAR al presidente.

Muchos lo agarran a broma y se burlan de quien señala el peligro de se den este tipo de actitudes... pero esas posturas son las que se radicalizan más fácil cuando quienes las fomentan tienen el poder. Mientras tanto sigamos riendo.